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Economía

Informe que refuta a Alberto Fernandez: Uruguay bajó el precio de la carne con más comercio exterior

La receta uruguaya para seguir fomentando el mercado interno sin descuidar la exportación de carnes. El centro de estudios IDESA hizo un análisis del caso

Tras la abrupta suspensión de las exportaciones de carne en Argentina, un estudio independiente detalla cómo el modelo uruguayo supo reflotar una situación inflacionaria similar sin cortar el flujo de la producción en el mercado internacional.

El gobierno de Alberto Fernández optó por una medida radical para hacerle frente al dato del INDEC que muestra que el precio de la carne viene subiendo por encima del 60% cuando la inflación general es del 46% anual. Frente a la situación de público conocimiento que tiene al sector agropecuario en vilo, los productores agropecuarios y los frigoríficos dedicados a la exportación critican la inconsistencia de la medida cuando la necesidad de generar divisas es primordial.

La idea del Gobierno es estimular el consumo interno y así contener las subas en el precio. Pero existen otras salidas antes que cortar de raíz la principal fuente de divisas que tiene la Argentina, como “el asado del Pepe”. Con ese nombre se conoció la estrategia de José “el Pepe” Mujica en 2005, cuando tuvo que pedirle a los frigoríficos que destinaran cortes populares (falda, falda parrillera, asado) al mercado interno y que el resto fuera a la exportación.

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El dato surge de un informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA) elaborado sobre la base de datos del Instituto Nacional de Carnes (INAC) de Uruguay. De allí surge que en el mercado interno se observan las siguientes tendencias.

  • En el año 2017 la inflación doméstica en la carne era de 3% anual y luego comenzó a subir hasta llegar al 35% anual en el 2019.
  • En el 2019 Uruguay multiplicó por 6 sus importaciones de carne respecto al 2017.
  • En el 2020 hubo deflación en la carne de -4%.

Con estos números, lo que se puede inferir es que Uruguay, aun siendo un gran exportador, cuando tuvo una fuerte inflación sobre la carne no cerró las exportaciones. Por el contrario, la puerta de auxilio que encontró fue abrir las importaciones de carne para aumentar la oferta en el mercado doméstico y, por esa vía, bajar el precio. En el 2020, el 13% del consumo interno de carne se abasteció con importaciones de Paraguay y Brasil. ¿Traducido? Uruguay surtió la suba de precios de la carne aumentando el comercio exterior, no restringiéndolo.

Sin embargo, a la receta hay que sumarle un ingrediente de complejidad dado por la sofisticada institucionalización del plan uruguayo. Se creó un Instituto Nacional de Carnes, que no regula el precio de la carne ni las exportaciones, sino que es un consorcio público-privado que trabaja en la transferencia de know-how a los productores, la gestión del sistema de trazabilidad y la apertura de mercados externos.

La estrategia durante el 2019 fue seguir vendiendo carnes de alto valor en el mercado internacional (con principales destinos EEUU y Asia) y comprar en Brasil y Paraguay carne más barata para cortes populares. Esto no sólo implica una diferencia de precio a favor de Uruguay, que exporta a alto precio e importa a bajo precio, sino fundamentalmente evita destruir el gran esfuerzo tecnológico y comercial realizado para la obtención y colocación de carnes premium en el mundo.

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