La segunda ola de contagios por coronavirus ya es un hecho en la Argentina. El incremento de casos positivos en las últimas horas llevó al Gobierno Nacional a avanzar en un plan que incluye restricciones a la circulación nocturna en todo el país, pero al mismo tiempo permitiría seguir funcionando a restaurantes con modalidad “take away” o “delivery”.
El equilibrio entre restricciones a la circulación y enfriamiento de la economía es algo que en el Ejecutivo Nacional tienen muy presente.
Una reciente encuesta de la consultora Management & Fit expuso que los argentinos están más preocupados por las eventuales consecuencias económicas de una segunda ola, que de las consecuencias en la salud pública que la misma podría provocar.
El estudio reveló que el 55,9% de los consultados le teme más a las consecuencias económicas de la pandemia, contra un 31,3% que se mostró preocupado por contagiarse. El análisis fue realizado con 2.200 personas de entre 16 y 75 años en todo el país.
Pesimismo de cara al futuro y vacunación
Consultados sobre cómo la población ve a la situación económica con respecto a un año atrás, el 67,7% afirmó que el país está peor, mientras que el 12,9% consideró que está igual (16,9 mejor y 2,5 NS/NC). En este marco, el 57,7% se mostró pesimista con respecto a los próximos meses, el 18,7 piensa que será mejor y el 16,1 que seguirá igual.
Además, el 73,6% aseguró que está dispuesto a darse alguna de las vacunas contra el coronavirus. Sin embargo, el 58,9% de los encuestados manifestó que no confía en que el Gobierno nacional pueda llevar adelante una campaña de inmunización “justa y equitativa”.
Respecto a las políticas sanitarias, la consultora preguntó sobre la posibilidad de regresar a un confinamiento estricto debido a la suba de contagios. En ese eje se dio el resultado que más sorprendió: el 39,3% eligió “muy dispuesto”, el 19,9% “algo dispuesto”, el 14,1% “poco dispuesto”, el 22% “nada dispuesto” y el 4,6% NS/NC.