La dermatitis atópica es descrita como irritación de la piel, un padecimiento común que se presenta por muchas causas y de varias formas. Normalmente abarca piel seca acompañada de comezón o sarpullido en el área enrojecida.
Este padecimiento no es contagioso, pero es importante que mantengas una hidratación constante para equilibrar los síntomas. Existen varios tipos de dermatitis:
Dermatitis atópica: también calificada como eczema, es un sarpullido rojo acompañado de comezón que se presenta en los pliegues de la piel, sobre todo en la parte interna de los codos, rodillas y cuello.
Dermatitis seborreica: este tipo, además de enrojecimiento, causa manchas escamosas y caspa, afectando las zonas grasosas del cuerpo como la cara, el pecho y la espalda.
Dermatitis de contacto: en esta afección se pueden presentar ampollas junto con el sarpullido rojo y picazón, y sucede cuando la piel ha entrado en contacto con sustancias que causan esta reacción alérgica.
Cuidado y prevención
– Cuando te bañes no lo prolongues y usá agua tibia en lugar de caliente.
– Usá un jabón suave que no contenga perfume.
– Secá tu cuerpo con delicadeza.
– Hidratá para sellar la humedad, que sea de preferencia un producto sin fragancia.
– Ungüentos, shampoos médicos y cremas son productos que existen en el mercado para tratar este tipo de padecimientos. Pueden contener los siguientes ingredientes:
Acetato de hidrocortisona: funge con una acción antiinflamatoria, antialérgica y evita la comezón.
Clotrimazol: previene y evita el desarrollo de hongos.
Neomicina: mata el crecimiento de las bacterias, es un tratamiento para las infecciones cutáneas además de aquellas que son provocadas por quemaduras.
Lidocaína: alivia el dolor con una acción rápida de 2 minutos a la aplicación con un efecto prolongado de hasta una hora y media a dos.
Debés acudir a un especialista si la molestia se ha convertido en un factor que afecta tus tareas diarias y tus horas de descanso o si tenés dolor en la piel.
Fuente: Vanidades