El gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto, y el de Chaco, Jorge Capitanich, confirmaron este lunes que en sus provincias comenzarán a aplicar medidas restrictivas para enfrentar el avance de casos de coronavirus, un fenómeno que se está multiplicando en todo el país y que llevó al presidente Alberto Fernández a manifestar que “el riesgo de que todo vuelva a paralizarse existe”.
El Gobierno de La Pampa resolvió restringir a partir de este lunes el horario para la circulación en toda la provincia entre la 1 de la mañana y las 6:30, redujo la extensión horaria de las actividades gastronómicas y resolvió continuar con la suspensión de los encuentros sociales, a raíz del crecimiento exponencial de casos de coronavirus.
“La creciente ocupación de camas hospitalarias ameritan medidas para garantizar la atención a todos los casos COVID-19″, expresó Ziliotto en sus redes sociales. También remarcó que si a la restricción de horarios de circulación y encuentros sociales se le suma responsabilidad social, “las medidas serán mucho más efectivas”.
Por su parte, el Gobierno de Chaco dispuso “medidas que regirán del 5 al 21 de enero del 2021″ y señalaron que “se definieron estrictas restricciones a la circulación, que estará prohibida entre localidades los fines de semana, y alarma sanitaria entre las 0 y las 6 horas”.
“La alarma se implementará entre las 0 horas y las 6 horas de cada día, salvo de jueves a domingos donde estará habilitado el funcionamiento de bares y restaurantes hasta las 02:00 horas. No obstante, se desalienta la circulación de personas en la vía pública”, indicaron, al tiempo que aclararon que “la alarma sanitaria se implementará en todo el territorio provincial a fin de hacer saber a la comunidad la criticidad de los indicadores actuales”, detallaron.
Durante este período el gobierno de Chaco prohibirá los desplazamientos y la circulación de bienes y personas, con exclusión de aquellos afectados al servicio de salud, seguridad o que cuenten con turno o permiso para circular.
La llegada de una nueva ola de contagios parece ser inevitable. La Pampa y Chaco fueron las dos primeras provincias en comenzar a cerrar actividades debido al crecimiento de los contagios. En la semana podrían sumarse otras. Cada gobernador está evaluando la situación epidemiológica de su distrito y tratando de contener la diversificación del virus.