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Sociedad General

Córdoba: velaba a su hija, pero al abrir el cajón descubrió el cuerpo de una amiga de ella

“Estuve una hora llorando sobre el supuesto cajón de mi hermana”, relató Nadia Benítez. Se trata del accidente ocurrido en avenida Circunvalación donde fallecieron tres jóvenes

En las primeras horas del 1 de enero, la ciudad de Córdoba fue testigo de un increíble siniestro en la zona de avenida Circunvalación: seis adolescentes protagonizaron un vuelco, derrape y posterior caída en un barranco, que causó la muerte de tres adolescentes y provocó heridas graves en los otros tres jóvenes.

Eliana Benítez y Candela Martínez Bonaldi eran amigas y fueron dos de las víctimas fatales.

Mientras transitan horas de profundo dolor, los familiares de las jóvenes vivieron una insólita situación provocada por un error de la empresa fúnebre que estaba a cargo del velatorio de ambas.

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Las restricciones por la pandemia obligaron a reducir la duración de los oficios a tres horas. Así, el de Eliana se llevaría a cabo el sábado de 10 a 13 y el de Candela iba a ser de 13 a 16. Sin embargo, hubo una confusión entre los féretros de las víctimas y los familiares terminaron enterrando el cuerpo equivocado.

“La velamos a cajón cerrado. Estuve una hora llorando sobre el supuesto cajón de mi hermana”, contó Nadia Benítez, hermana de una de las víctimas, en diálogo con Vía Córdoba.

En los últimos minutos de la ceremonia de Eliana, la familia Benitez se acercó a dar el pésame a los Bonaldi. Fue la madre de Candela quien comenzó a dudar del cuerpo que había dentro del ataúd que estaban velando. “Cuando nos acercamos, la madre de Cande nos pregunta si Eli usaba anillos. Ellos no habían podido ver el cuerpo. Pero abrieron el cajón, le tocaron la mano y vieron los anillos. Cande tenía un tatuaje en uno de sus brazos que la madre no se lo vio, y tampoco usaba anillos. Yo en el momento le dije que no, que estaba confundida, que mi papá había visto y era mi hermana quien estaba en el cajón”.

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La familia Benitez ya estaba en el cementerio Parque Los Álamos cuando un amigo de ambas familias le comunica que a quien estaban enterrando no era Eliana sino Candela. “Nos dicen que la mamá de Cande abrió el cajón y vio que la chica que estaba dentro tenía brackets y Candela no usaba brackets; mi hermana sí”.

“Cuando mi mamá llegó a la empresa primero no querían abrir el cajón, pero después accedieron. Cuando lo abrieron, mi mamá corroboró que quien estaba ahí era mi hermana, y el cuerpo de Candela era el que nosotros habíamos velado y enterrado. A mi mamá no le daban soluciones, así que fui yo a la empresa y hablé con Rodrigo, el encargado de ventas, quien me trató de muy mala manera, lo primero que me dijo fue “Sosegate y sentate””.

Ante esta situación ambas familias quisieron hacer público lo ocurrido para que esto no vuelva a pasar. “Ellos no pueden tener margen de error. Yo puedo entender que cualquier persona en otros trabajos puedan equivocarse, pero ellos no. Eran sólo dos cuerpos, que no se prestaban para la confusión porque mi papá ya había reconocido a mi hermana. Incluso, los ataúdes eran diferentes”, reclama Nadia.

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Y prosigue: “Ahí les dije que a mí no me interesaba la plata, pero quería que me dieran una solución porque yo no iba a volver a velar a mi hermana pero quería que lo solucionaran y, mínimo, se disculparan por esta situación”.

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