Para disfrutar de la agradable sensación de meterse en la cama con unas sábanas limpias es fundamental seguir estos trucos para organizarlas bien.
1- Guardarlas en un espacio oscuro y seco
Organizar las sábanas estratégicamente alarga la vida de tu ropa de cama y permite disfrutarla suave, limpia y perfumada durante más tiempo. Guardalas en un armario oscuro y seco. Lo ideal es uno para la ropa blanca (ropa de casa en general), pero también sirve un cajón o baúl.
2- Guardar bien dobladas las sábanas
Dobladas y bien estiradas. Tanto si ya están planchadas como si es una tarea pendiente (porque te resultará más sencillo eliminar las arrugas). Es importante que dobles en cuadrados o rectángulos más o menos del mismo tamaño la sábana bajera y la encimera.
3- Guardar solo con otros textiles de la casa
Organizarlas solo con otros textiles de la casa como toallas o manteles, pero separados por categorías. Además, las sábanas deben guardarse o bien por juegos completos (una idea es usar la funda de la almohada como bolsa para introducir bajera y encimera) o todas las sábanas encimeras apiladas por un lado, las bajeras por otro y fundas de almohada juntas.
4- Usar bolsas de tela
Usar bolsas de tela para guardar las sábanas que menos uses es una buena idea para mantener los tejidos limpios, a salvo de polvo y con una buena transpiración. Una buena idea es usar la funda de la almohada como bolsa para introducir bajera y encimera.
5- Mantener el olor a limpio
Es agradable meterse en la cama y sentir que las sábanas aún conservan el olor a limpio, a suavizante. Pero como a veces no dura lo suficiente… podés usar agua de plancha y bolsitas aromáticas situadas en el armario donde las guardes.
6- No guardarlas húmedas
Hará que los tejidos se estropeen y el mal olor aparezca. Nada de meter en el armario o cajón de la ropa de casa directamente las sábanas según salen de la secadora. Deben airearse y secarse perfectamente en el tendedero.
7- No guardarlas desparejadas
Hay que mantener el orden para que hacer la cama sea más fácil. Guardarla por juegos completos y que no queden apretujadas y que no haya prácticamente hueco en el estante para sacar una sábana sin tirar de otra. Así no respira el tejido y se arrugarán más.
8- No guardarlas recién planchadas
Esperá unos minutos a que pierdan temperatura y la poca humedad que hayan tomado antes de llevarlas a su estante del armario.
9- Nada de bolsas o contenedores de plástico para guardar
Si tenés que usar contenedores no uses plástico. Es preferible siempre tela o bien cestas de fibra natural (asegurándote de que no hay ninguna fibra que pueda enganchar el tejido, por eso se pone una funda de tela a las destinadas a almacenar ropa).
10- No acumules las que no usás
Dejá espacio en el armario para que sea más cómodo su uso y los tejidos respiren. Deshacete de los juegos que no vayas a usar o, si los mantenés para tapar o proteger cosas, llevalos a otros espacio ya que no serán de uso frecuente.
Fuente: El mueble