El jueves 29 de agosto luego que el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, anunciara el “reperfilamiento” de la deuda con el Fondo Monetario Internacional y otros tenedores de bonos, al titular del Banco Central lo insultaron y casi lo golpearon.
Según consignó Marcelo Bonelli en una nota en el diario Clarín, fue durante una reunión con la Cámara Argentina de Fondos Comunes de Inversión.
“El jueves -después de la reprogramación de la deuda- casi se produce una escena de pugilato en su despacho. Estaba por terminar el día y había una reunión con la Cámara Argentina de Fondos Comunes de Inversión que lidera Valentin Galardi”, contextualiza Bonelli.
Luego explica: “Había representantes de todos los grandes bancos y duró hasta medianoche. Los banqueros reclamaban a viva voz contra la reprogramación forzada de los títulos del Tesoro. Hablaban de estafa, de quiebras e incumplimientos de acuerdos. Hubo insultos cruzados. Sandleris se defendió y hasta existió el riesgo de golpes”.
De acuerdo a Clarín, “el grave episodio terminó cuando el jefe del BCRA salió de la sala y a los pocos minutos volvió con personal de seguridad, que se apostó a su lado. Ahí se encauzó la negociación”.