La Oficina Británica de Investigación de Accidentes Aéreos ofreció nuevos detalles sobre el trágico suceso que derivó en la muerte de Emiliano Sala y el piloto David Ibbotson, quienes iban a bordo del Piper PA-46 Malibu, avión que fue hallado en el fondo del Canal de la Mancha el 3 de febrero.
Según publicaron en un reciente informe, el interior de la aeronave contaba con una importante cantidad de monóxido de carbono, tal como pudieron constatar en las pruebas que le realizaron al cuerpo del futbolista argentino.
“Las pruebas de toxicología encontraron que el pasajero tenía un alto nivel de saturación de COHb (el producto combinado de monóxido de carbono y hemoglobina). Se considera probable que el piloto también haya estado expuesto al monóxido de carbono”, afirmaron.
A partir de esto, tomó fuerza la posibilidad de que Sala y el piloto hayan sufrido mareos, convulsiones o incluso un posible ataque cardíaco. La gran cantidad de COHb que se encontró en la sangre del delantero podría haberlo dejado inconsciente. “La exposición al monóxido puede generar daño en el cerebro, corazón y el sistema nervioso”, indicó el parte.
El objetivo de la investigación que ya lleva 205 días de trabajo es determinar qué fue lo que sucedió desde el momento en que el avión desapareció del radar hasta que se sumergió en el mar.