Para muchos, la Navidad supone un periodo de estrés a costa de los gastos, de los malabares para la conciliación familiar y demás.
La temporada navideña está cargada de compromisos sociales entre otras cuestiones, que son clave para que los niveles de estrés en las personas adultas, aumenten peligrosamente. Por ello, es importante tomarse un tiempo para la planificación. De esta forma, podrás manejar de un modo más efectivo todas estas situaciones eventuales y disfrutar.
Estas son algunas de las situaciones que pueden elevar los niveles de estrés fácilmente:
El gasto extra: Durante las navidades, el gasto medio de las familias supera el presupuesto diario. La falta de planificación es la causante de que en muchos casos se gaste de más en regalos y en productos que realmente no son necesarios.
Los eventos sociales: Las cenas familiares aumentan el riesgo de padecer de estrés y ansiedad. Ya sea porque recibas invitados en casa o porque tengas que ponerte de acuerdo con el resto de la familia para pasar las fiestas juntos. Además de las posibles tensiones que pueden existir.
Las compras: La búsqueda de los regalos de Navidad supone una inversión de tiempo que en muchos casos, produce un estado de estrés importante. Los comercios están repletos de gente, algo que complica mucho la búsqueda del regalo ideal y que en muchas situaciones, te lleva a comprar cosas que no querés.
Síntomas que produce el estrés en Navidad
- Problemas para dormir
- Dolor de cabeza frecuente
- Trastornos estomacales
- Dolor muscular y fatiga
- Irritabilidad, impaciencia y falta de objetividad
- Pensamientos negativos que llevan al aislamiento
- Ansiedad
Cómo evitar el estrés durante la temporada de Navidad
Planificá y organiza las compras navideñas
Prepará diferentes listas, una con los nombres de las personas a quienes vas a hacer regalos por Navidad. Andá anotando al lado las ideas que vayan surgiendo.
Si organizás alguna de las comidas, planificá el menú con antelación. Busca inspiración para preparar platos especiales pero saludables. Una vez listo el menú, compra todos aquellos productos que se puedan conservar o que no necesites frescos.
Priorizá y aprendé a decir que no
Es posible que recibas muchas invitaciones para acudir a otros eventos sociales. Este es otro motivo de estrés importante, para evitarlo, debés priorizar y aprender a declinar algunas invitaciones.
Reducí las expectativas
Esto lleva en muchos casos a la decepción, si no podé llegar a todo o no podés cumplir con todos los compromisos.
No abandones los hábitos saludables
Es fundamental que mantengas el control, para no sufrir después las consecuencias. Además, no debés olvidar realizar ejercicio físico. Aunque sea, procurá salir a caminar al menos una hora cada día o siempre que sea posible o hacer ejercicios en tu casa.
Creá un presupuesto ajustado a tus posibilidades
De esta forma evitarás hacer gastos extra y utilizar más dinero del que puedas asumir. La Navidad no debe ser sinónimo de exceso, de consumismo y descontrol.
Fuente: Bekia