El Massachusetts Institute of Technology (MIT) logró esta semana un adelante que parece directamente salido de una obra de ciencia ficción… o una película de Marvel.
En su más reciente trabajo, publicado en la última edición de Science, Edward Boyden, uno de los padres de la optogenética, presenta un inconcebible método para encoger objetos. Justo como Hank Pym en Ant-Man.
El método desarrollado por Boyden permite trabajar con metales, puntos cuánticos y, en teoría, hasta ADN. Parte de los principios de la microscopía de expansión. Donde utilizan hidrogeles y los compuestos del poliacrilato; como base y esqueleto del proceso de nanofabricación.
A grandes rasgos, primero se crea la estructura utilizando este material. Las dimensiones pueden ser las que cualquiera desee. Luego se aplica un ácido, que genera una reacción en cadena donde el poliacrilato se contrae.
Con ello cada estructura puede reducir cerca de 10 veces sus dimensiones. Y el volumen decrece hasta mil veces más su rango original.
Con este método del MIT se abre un nuevo panorama. Donde sería posible colocar casi cualquier tipo de material en un patrón 3-D. Para luego manipularlo y encogerlo.