Otro sábado agitado en París. La policía francesa detuvo a más de 700 personas en una nueva protesta de los “chalecos amarillos” que pidieron otra vez por la dimisión del presidente Emmanuel Macron.
Hay casi 90.000 oficiales desplegados en todo el territorio francés. En París lanzaron gases lacrimógenos para disipar a los 1.500 manifestantes que se acercaron a una calle cercana a Champs Elysees y al Arco del Triunfo. Los comercios cercanos permanecen cerrados.
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