Liverpool y Everton se enfrentaron en el derbi de Merseyside, uno de los más importantes de Gran Bretaña y el n° 100 disputado en Anfield Road. En un partido que pintaba para empate cantado, el conjunto local lo terminó ganando gracias a la carambola de Virgil van Dijk, el error de Jordan Pickford y el oportunismo de Divock Origi.
El clásico correspondiente a la fecha 14 de la Premier League enfrentó a figuras como Mohamed Salah, Roberto Firmino y Sadio Mané, contra Theo Walcott, Gylfi Sigurdsson y la joven promesa Richarlison. Pese a los nombres de gol, no se vio un gran fútbol en el campo y apenas hubo 6 remates efectivos al arco durante el encuentro (tres por lado).
El partido moría y parecía que el equipo de Marco Silva se llevaba un punto fundamental de la casa de su eterno rival, pero Chris Kavanagh le dejó una más a Liverpool cuando ya se acercaban los 96 minutos y vaya si los Reds lo aprovecharon. Tras un despeje de la defensa visitante, van Dijk quiso rematar y, pese a que le pifió a la pelota, casi se mete en el ángulo izquierdo de Pickford que apenas alcanzó a rozarla; la bola recorrió el travesaño y cayó en la cabeza del recién ingresado Origi, quien solo la empujó para decretar la victoria agónica y el delirio del público local.