Ricardo Gareca tenía planeado llegar a Lima para negociar su renovación hace cinco días, pero suspendió sus planes tras conocer el escándalo de corrupción que explotó en la última semana, que golpea al poder judicial de Perú y que involucra a Edwin Oviedo, el presidente de la Federación Peruana de Fútbol.
Se conoció una serie de audios en los que Oviedo dialoga con el juez supremo César Hinostroza, a quien le habría otorgado entradas para los partidos de Perú en el Mundial de Rusia. El juez fue denunciado por la Fiscalía de la Nación por ser una de las cabezas de una red de corrupción en el aparato judicial y quedó suspendido.
Según el audio, la reunión entre Oviedo e Hinostroza se concretó en la casa de Antonio Camayo -alias Toño-, un reconocido empresario que fue detenido por ser el líder de la organización criminal conocida como “Los Cuellos Blancos del Puerto”, acusada de tráfico de influencias y lavado de activos, entre otros delitos.
Según la prensa peruana, la presencia de Oviedo es una de las razones por las que Gareca, que condujo a Perú a un Mundial después de 36 años, duda en renovar su contrato. Las versiones coinciden en que Gareca, al igual que el gerente deportivo de la FPF, Juan Carlos Oblitas -el encargado de negociar con Gareca la renovación del contrato-, no quieren volver a involucrarse con Oviedo.