Por Lic. Gina de Piccoli*
Con la vorágine del día a día es muy común que nos desorganicemos y que la comida sea un blanco de este desorden.
No comer las cuatro comidas diarias, saltearlas o incluso ingerirlas con muchas horas de diferencia entre cada una son hábitos que, a la larga, generan malestar y aumentan nuestras posibilidades de padecer alguna enfermedad crónica como son el sobrepeso y la obesidad.
Las colaciones, que son pequeñas comidas que se toman entre las comidas principales, tienen el fin de no llegar con tanto hambre a estas ultimas. No todos necesitan colaciones y evaluar si son necesarias es tarea de un nutricionista .
Sin embargo, te cuento qué puntos hay que tener en cuenta a la hora de incorporarlas:
– Es muy importante la organización para que puedas tenerlas a mano en esos momentos donde el hambre llama a tu estómago y evitar que te agarre desprevenido. Muchas veces la elección de los alimentos tiene que ver con el acostumbramiento, hambre o ciertas emociones o sentimientos como el aburrimiento, la tristeza, la ansiedad, el estrés; es decir la comida actúa como un canal.
– Hay que tener un plan (supervisado por un profesional) para que te guíe en qué momentos es preferible utilizar estos recursos.
– Reconocer que picotear entre comidas es algo que nos puede suceder a todos, pero que la diferencia radicará en la calidad de ese picoteo y en el estado de conciencia sobre el acto.
Algunos ejemplos prácticos, sanos y rápidos:
1- La fruta es fácil de comer y de transportar. Incluso la podés cortar antes de salir de tu casa y llevarla en un tupper con unas gotitas de limón para evitar que se oxiden.
2- Frutos secos: toma un puño y guarda en bolsitas individuales: de esta forma, tendrás la porción recomendada siempre a la mano.
3- Yogurt natural sin azúcar para llevar.
4- Prepara gelatina en casa en vasos individuales para llevar (rinde bastante), preferentemente sin azúcar así podes endulzarla a tu preferencia y agregarle frutas frescas.
5- Pochoclos sin azúcar. Lo ideal es comprarlos para preparar en casa con la menor cantidad posible de aditivos. Generan la idea en el cerebro de volumen , por lo que creemos que estamos comiendo algo en cantidad cuando no es así.
6- Chips de batata o remolacha al horno sin sal.
7- Barritas de cereal caseras y simples.
8- Almohadillas de avena sin relleno.
9- Semillas de calabaza
10- Chips de kale
Cuando lográs mejorar tus opciones de snacks, mejorás automáticamente tus decisiones en cuanto a la selección de alimentos durante el resto del día ya que mantienen estable tu nivel de hambre y glucosa. Esto evita las decisiones impulsivas que suelen ser las que más repercuten a la larga sobre nuestra salud y bienestar.
*Lic. Gina De Piccoli – MN 9079
Mail : [email protected] – 11-6182-8814
Instagram: https://www.instagram.com/aviviraprendamos