En otra demostración del poder de la naturaleza frente al hombre, el tifón Haiyan arrasó sin piedad a las Filipinas, dejando un rastro de devastación de dimensiones incalculables. El viernes pasado gigantescas olas y vientos de 235 kilómetros por hora, arrasaron con casas, edificios, iglesias, comercios, calles, plazas y las vidas de miles de personas. [pullquote position=”right”]10.000 víctimas fatales y más de 4 millones de niños afectados por el tifón “Haiyan”.[/pullquote]
Los aeropuertos no funcionan, no hay energía eléctrica, teléfonos, ni transporte público. En la mayoría de las zonas impactadas sólo se puede llegar por helicóptero. El número de víctimas fatales asciende a las 10 mil por el momento y no se sabe aún la cifra aproximada de desaparecidos.