Un partido clasificatorio para la Copa Mundial de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA, por sus siglas en inglés) entre Australia y Filipinas, terminó en una vergonzosa batalla campal: trompadas, patadas y rodillazos.
El encuentro, que tuvo lugar en Manila, se descontroló cuando el jugador australiano Chris Goulding cayó al piso luego de un fuerte empujón de un jugador filipino.
A solo cuatro minutos para que concluyera el tercer cuarto, otro jugador australiano, Daniel Kickert, dio un codazo a un rival. Para ese entonces se “picó” el partido y empezaron incluso a volar sillas.
Toda la batalla campal fue televisada. Los jugadores australianos quedaron conmocionados al ver a Kickert siendo perseguido por la cancha por jugadores filipinos. El jugador de la NBA, Thon Maker, entró en la pelea con una patada voladora.
Andray Blatche, de la selección filipina, lanzó una soga, mientras que el público tiró botellas y abucheó a los jugadores.
Cuando los árbitros recuperaron el control se revisó un video de la pelea y 13 jugadores fueron expulsados del partido, 9 de ellos filipinos.