A casi un año del terremoto que el 24 de agosto del año pasado arrasó el centro de Italia, otro violento temblor, de entre 3,6 y 4 grados de la escala Richter, volvió a estremecer a la península, golpeando a la pequeña isla de Ischia, en el mar Tirreno, frente a la ciudad de Nápoles.
El terremoto tuvo lugar ya de noche, a las 20.57 locales (las 15.57 de la Argentina). Dejó graves daños en la localidad de Casamicciola, al norte de la isla y provocó pánico entre la población de Ischia, llena de turistas.
En la localidad de Casamicciola, al norte de la isla, hubo graves daños: se derrumbó un edificio, así como una antigua iglesia. Varios hoteles, conocidos por sus aguas termales, se encontraban aislados. Según el diario La Repubblica, el terremoto se registró en el mar, a una profundidad de 10 kilómetros, pero fue sentido perfectamente en muchas zonas de la isla.