Los constructores transportaron el mármol para el mausoleo en carretas tiradas por bueyes, búfalos, camellos y elefantes desde las canteras de Makrana, Rajastán, localizadas a más de 300 kilómetros de Agra.
Shah Jahan sepultó a su amada esposa Mumtaz Mahal en un jardín amurallado conocido como Zainabad, construido por un tío del emperador a orillas del río Tapti. En 1631 ordenó la exhumación de su cuerpo.
El cuerpo de Mumtaz Mahal fue transportado en un féretro de oro hasta la ciudad imperial de Agra, donde Shah Jahan lo sepultó en un pequeño edificio junto al río Yamuna. Fue entonces cuando el viudo se propuso diseñar un monumento espléndido para honrar a la mujer que fuera el amor de su vida.
Cuenta la leyenda que, terminada la construcción, en 1653, el emperador cegó y amputó las manos a los arquitectos y artífices que trabajaron en el monumento, para que nada pudiera opacar la majestuosidad del Taj Mahal.
Aunque el componente más conocido del Taj Mahal es el mausoleo, no es una construcción única, sino un complejo que abarca 17 hectáreas que incluyen una gran mezquita, una casa de huéspedes y jardines.
El Taj Mahal fue erigido entre 1632 y 1653 en la ciudad de Agra, en el estado indio de Uttar Pradesh, a orillas del río Yamuna.
El Taj Mahal presenta en su estilo arquitectónico una combinación de elementos islámicos, persas, indios y hasta turcos.
La construcción original incluía dos grandes puertas de plata, las cuales fueron desmontadas y fundidas en 1764.
El hijo de Shah Jahan, Aurangzeb (quien obtuvo el poder orquestando un golpe de estado contra su padre) ordenó que fuera sepultado junto a su madre, y mandó instalar un cenotafio junto al de ella en la sala principal del Taj Mahal.
Fuente: National Geographic