Hugo Cuellar, productor rural de Tucumán, se llevó una sorpresa cuando, en su cerco, se encontró con un zapallo que pesaba más de 48 kilos, y que resultó medir lo mismo que su nieta Maia.
“Fue en el cerco que está cerca del correo -el mismo que fue asaltado hace unos días-, en dirección al cerro. No lo podía alzar”, le comentó el hombre al diario La Gaceta.
“Si bien alguna vez saqué alguno de 30 o 35 kilos, este era realmente grande. Lo pusimos al lado de mi nieta para que se dimensione el tamaño”, agregó Cuellar, que trabaja en la localidad de Burruyacu.
Finalmente, decidió vender el zapallo gigante a una verdulería de Yerba Buena.