El Operativo Centinela, que llegó a asignar casi 6.000 agentes de Gendarmería en los municipios que rodean a la Capital Federal, está a punto de expirar. Según admiten fuentes del gobierno provincial, es un hecho que más de la mitad de esos agentes federales están retornando a sus puestos en la frontera y ahora los jefes comunales temen que la ausencia de esas patrullas provoque el recrudecimiento del delito en un año que no empezó bien: aún no pasaron dos meses y ya hubo 30 crímenes sólo en asaltos en el GBA.[pullquote position=”right”]El Gobierno retira a los gendarmes de conurbano y ya hay quejas de los intendentes[/pullquote]
El repliegue de las fuerzas federales responde a los plazos del programa original que establecía la presencia de gendarmes hasta fines de diciembre de 2013. Ese plazo se extendió por enero y febrero, cuando la Policía Bonaerense envió a la Costa Atlántica casi 5.000 oficiales egresados de las academias bonaerenses, para el Operativo Sol. Hicieron en los meses de verano su primera práctica “de calle” y ahora irán al área metropolitana con destino definitivo.
El Ministerio de Seguridad que conduce Alejandro Granados espera sustituir a los gendarmes con los oficiales que lleguen de la playa. Y con las futuras promociones: el ingreso a las academias es permanente y la previsión es capacitar 10.000 policías más en los cursos de 2014.
Pero los intendentes, puertas adentro, no quieren saber nada: argumentan que la “presencia” de Gendarmería es más tranquilizadora para los vecinos que la de agentes jovencitos, recién egresados. Y que ellos son los que tienen que dar la cara ante los vecinos.