Es una de las estrellas pop más grandes del planeta y los fans lo persiguen a donde vaya, por lo que no sorprende que, cuando viaja, Justin Bieber quiera preservar su identidad. Y eso es lo que hizo el pasado viernes en Ámsterdam, cuando salió a buscarse un café.
El extraño nuevo look del artista tuvo el efecto contrario y atrajo más atención, con su bigote años setenta, barba de chivo y tatuaje de alas.
El cantante de 22 años combinó el disfraz con un par de lentes de aviador, una camisa de leñador roja y negra, camiseta blanca, pantalones chinos y alpargatas.
Junto con su guardia de seguridad, el canadiense se acercó a algunas chicas y les preguntó: “¿Se ve real?”, prácticamente delatándose.
Se sentó la barra de un café mientras esperaba por su bebida, antes de salir a la calle, donde algunos intentaban tomarle fotos, ya que, por mas utilería que use, su distintivos tatuajes en el cuello, entre ellos un par de alas de ángeles, lo delataron.