San Nicolás de Flüe
En la región montañosa vulgarmente llamada Ranft, junto a Sachseln, en Suiza, san Nicolás de Flüe, el cual, por inspiración divina, deseoso de otro género de vida dejó a su esposa y a sus diez hijos, retirándose al monte para abrazar la vida de anacoreta, donde llegó a ser célebre por su dura penitencia y desprecio del mundo. De su celda sólo salió una vez, y fue para apaciguar con una breve exhortación a quienes estaban a punto de enfrentarse en una guerra civil.
San Agustín Zhao Rong
En la provincia china de Sichuan, conmemoración de san Agustín Zhao Rong, presbítero y mártir, que, al recrudecerse la persecución, fue encarcelado por el nombre de Cristo, y en un día desconocido de primavera afrontó la muerte.
San Endeo
En Irlanda, san Endeo, abad, que en la isla de Aran fundó un cenobio tan célebre, que por su fama la isla fue llamada de los Santos (c. 542).
San Jacobo el Confesor
En Constantinopla, pasión de san Jacobo, por sobrenombre “Confesor”, que luchó valientemente por el culto de las santas imágenes y terminó su vida con un glorioso martirio (c. 824).
San Juan de Valence
En Valence, en la región de Vienne, en Francia, san Juan, obispo, que primero fue abad de Bonnevaux, y elegido obispo después, padeció muchas contrariedades por la defensa de la justicia, ayudando generosamente a los pobres y mercaderes arruinados (c. 1145).
San Serapión el Escolástico
En Egipto, san Serapión, anacoreta (s. inc.).
Beata Benita Cambiagio Frassinello
En Ronco, en la Liguria, beata Benita Cambiagio Frassinello, que, de acuerdo con su marido, espontáneamente renunció a la vida conyugal y fundó el Instituto de las Hermanas Benedictinas de la Providencia, para la instrucción cristiana de jóvenes pobres y abandonadas.
Beato Mateo Flathers
En York, también en Inglaterra, beato Mateo Flathers, presbítero y mártir, que fue alumno del Colegio Inglés de Douai y, en tiempo del rey Jacobo I, por su fidelidad a Cristo le descuartizaron vivo.
Beato Tomás Pilchard
En Dorchester, en Inglaterra, beato Tomás (Thomas) Pilchard, presbítero y mártir, varón docto y manso, que en tiempo de la reina Isabel I fue condenado a muerte por ser sacerdote. Con él se conmemora también al beato Guillermo (William) Pike, mártir, de oficio carpintero, que en la misma ciudad y en día desconocido, bajo la misma reina fue despedazado con gran crueldad por haberse reconciliado con la Iglesia Romana.