El segundo disparo fue en vano: a Romina Aguilar, la mujer del intendente de la ciudad puntana de La Calera, la primera bala ya le había perforado el pulmón, pero el asesino decidió rematarla en el piso con un tiro en la cabeza, mientras ya estaba en el piso, en la puerta de su casa en el barrio Faecap.
Así lo reveló la autopsia, que comenzó el sábado a las 14:30 y duró varias horas. Aunque la víctima tenía cuatro heridas de balas, se determinó que dos de ellas habían sido provocadas por el mismo proyectil, calibre 45, con el que la atacaron. Luego del primer impacto, la mujer sufrió un shock hipovolémico que le ocasionó la muerte.
La Justicia no descarta que, tal y como anunció su marido, Diego Hernán Lorenzetti, Aguilar haya sido mandada a matar como parte de un ajuste de cuentas o una venganza del ámbito comercial o político, ya que no le robaron ninguna de sus pertenencias.
Sin embargo, no hay detenidos todavía. Los policías montaron un operativo rastrillaje en los alrededores con la intención de dar con los asesinos, pero no obtuvieron resultados. Interviene en la causa el Juzgado de Instrucción 3 de la Primera Circunscripción Judicial en turno de San Luis, a cargo de María Virginia Palacios Gonella.