A diferencia de, por ejemplo, el nene de la caja de Kinder, muchas marcas eligen como “rostro” de su compañía a un dibujo completamente ficcional… y lo mismo puede decirse del gobierno de Estados Unidos.
¿Cuáles son las caras, nombres y personajes que estamos tan acostumbrados a ver que no dudamos de su existencia? Te revelamos su verdadero origen:
El hombre de la avena Quaker
Cuando vemos la imagen de la famosa avena Quaker, nos imaginamos que se trata de un homenaje al fundador de la empresa, que seguramente empezó con un pequeño emprendimiento hasta llegar a crear una gran industria…¡Pero no!
El famoso señor que aparece en los empaques fue creado por el diseñador de logos Saul Bass, aunque se cree que originalmente el retrato fue pintado en 1957 por Haddon Sundblom y que pertenece al fundador de la Provincia de Pensilvania, Quaker William Penn, la empresa siempre a declarado que “el hombre de la etiqueta no es una persona real”.
Robin Hood
Él ha representado la causa “justa” de quitarle a quienes más tienen para dárselos a los que no tienen nada. Pero, hasta los momentos no ha habido un caso tan famoso y real como el de este personaje.
Aunque muchos crean que este héroe medieval hizo de las suyas en algún momento, no es más que una historia creada por Ghino di Tacco.

El Tío Sam
Este ícono del patriotismo estadounidense no es ningún prócer que lucho por alguna causa del país norteamericano.
El origen de esta ilustración data de 1812, y en 1961 el Estado publicó una resolución en la que decretaron: “El Senado y la Cámara de Representantes resuelven que el Congreso reconozca a Uncle Sam Wilson de Troy, Nueva York, como el padre del símbolo nacional de los Estados Unidos, el Tío Sam”.

Donald Kaufman
La película Adaptation (2002) es una adaptación de la vida del director Charlie Kaufman. En ella, Nicolas Cage interpreta tanto a Charlie como a su hermano gemelo Donald, que en realidad no existió nunca.
Donald Kaufman aparece en los créditos como co-autor del la cinta y hasta llegó a ser nominado ese año a los Oscar como escritor por Mejor guion adaptado, convirtiéndose así en la primera persona ficticia en ser nominada a un premio de la Academia.

El Rey Arturo
No existe registro alguno que demuestre que efectivamente el rey Arturo, un importante personaje en la historia inglesa, haya existido realmente.
Hasta los momentos, esto no es más que un mito medieval.

Alan Smithee
El nombre de este director de cine figura en numerosas exitosas cintas, sin embargo, nunca lo hemos visto en alguna premiación, sencillamente porque… ¡no existe!
El seudónimo ha sido adoptado por numerosos cineastas, incluso para ponerlos en videos musicales tales como: I Will Always Love You de Whitney Houston y Lose My Breath de Destiny’s Child.

San Cristobal
Este santo sumamente venerado que incluso presta su nombre a muchas poblaciones del mundo y es considerado el patrón de los viajeros, no tiene indicios de que haya existido. Incluso, la iglesia eliminó su día del calendario.
A diferencia de otras santidades, no hay registros de milagros.

Rosie la remachadora
Este ícono feminista no tiene ninguna historia heroica más allá de ser una ilustración que representa a las mujeres que trabajaban en fábricas durante la Segunda Guerra Mundial.
Rosie the Riveter es todo un ícono de la cultura pop, y ha sido representada por numerosas personalidades de las artes y el espectáculo.