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Las escandalosas remodelaciones de La Cámpora en las Embajadas argentinas

Bajo el control de La Cámpora, el Ministerio de Relaciones Exteriores multiplicó sus deficiencias en el manejo de los fondos. Alrededor del mundo, las embajadas argentinas recibieron millonadas por remodelaciones que nunca se hicieron

A partir de mediados del 2009, cuando Mariano Recalde aterrizó en el sillón de presidente en Aerolíneas Argentinas, comenzó un alud de cambios en los organismos gubernamentales, que tuvieron como denominador común la llegada de jóvenes identificados con La Cámpora.

El Ministerio de Relaciones Exteriores fue una de las primeras carteras en dar señales de este aterrizaje de jóvenes, que ocuparon las bases del órgano encabezado por Héctor Timerman. [pullquote position=”right”]Las escandalosas remodelaciones de las Embajadas argentinas[/pullquote]

Con el tiempo, los militantes de la agrupación fueron escalando posiciones hasta quedar a cargo de los nombramientos y del manejo administrativo del Ministerio.

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En este marco, una investigación del blog “(eliminando variables)” develó los escandalosos manejos de los fondos para la remodelación de las embajadas que tiene el país distribuidas por el mundo.

Entre los casos más llamativos, sobresalen jugosos presupuestos destinados a avanzar en obras que terminan sin realizarse, e incluso hay embajadas que, repentinamente, atrasan el porcentaje de obras avanzadas pese a contar con millones de pesos destinados a su construcción.

Este último es el caso de una de las embajadas más importantes, la de Estados Unidos, bajo el mando de la camporista Cecilia Nahón. De acuerdo con el presupuesto del año pasado, el avance físico de obras para ese edificio que se inició en el año 2004, había alcanzado un 71 por ciento en el 2012 y el 29 por ciento restante se completaría durante el 2013. A la vez se le había asignado un presupuesto, en el 2013, de 8.521.214 pesos.

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A pesar de ellos, parece que el dinero no fue utilizado para ese fin y tuvo un destino incierto. Incluso, se podría interpretar que hubo algún tipo de derrumbe en esa repartición, ya que en el presupuesto 2014 se afirma que el avance físico de las obras en Washington, hasta el 2013, alcanzó el 64 por ciento, 7 por ciento menos de avance que un año atrás, según dio a conocer “(eliminando variables)”, a través de documentación oficial. [pullquote position=”right”]Las desprolijidades se replican en las embajadas de Holanda, Kenia, Washington, entre otras[/pullquote]

Los casos se multiplican en las embajadas de Bolivia, donde está a cargo el sindicalista Ariel Basteiro. Allí, para el 2014, se presupuestaron en remodelaciones $2.150.859 y en el 2013, habían totalizado $1.375.089. Las obras, según Cancillería, habían avanzado hasta el 2012 un 15 por ciento, habiéndose iniciado las mismas originalmente en el 2008.

Pese a los casi 1.4 millones entregados en el 2013, y en donde se prometía un avance de obra del 45 por ciento, no se construyó nada o se produjo algún tipo de avance en obras.

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Las desprolijidades en el manejo de los fondos de Cancillería se replican en las embajadas de los Países Bajos, en el edificio de la OEA, en el Museo General San Martín en Boulogne Sur Mer, Francia, y en la embajada de Kenia, entre otros casos.

 

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