¿Cuánto tiempo pasamos pegados a nuestros teléfonos?¿Podemos considerarnos esclavos de la tecnología? A pesar de que intentamos negarlo, las fotos hablan por sí solas.
Esta conducta de mirar constantemente a las pantallas y no a las personas fue reflejada por el fotógrafo Eric Pickersgill en una serie de imágenes de las cuales ha removido digitalmente los smartphones, tablets o cualquier otro equipo eléctrico. Las personas aparecen entonces en posiciones ridículas, mirando absortos hacía un punto como si fueran zombies.[pullquote position=”right”]Hiperconectados: ¿cuán extrañas son nuestras fotografías si nos “sacan” los smartphones?[/pullquote]
“En una cafetería, el padre y las dos hijas tenían sus teléfonos, la madre no. Ella miraba por la ventana, triste y sola en compañia de su propia familia. El padre comentaba de vez en cuando sobre algo que había encontrado online. Nadie respondía, finalmente ella sacó su teléfono”, relata Pickersgill sobre la escena que lo inspiró para crear estas imágenes.
La idea del fotógrafo es demostrar con estas imágenes la brecha entre estar conectados y la vida real, pero además lo riesgoso que resulta para mantener interacciones con personas reales.