Jimena Cyrulnik fue la encargada de conducir la alfombra roja y vivió el momento más incómoda de la final de Gran Hermano 2015. En su intercambio con los fanáticos que fueron a la gala, un joven le arrebató el micrófono para hacer una denunciar en vivo.
“Esto es una verdadera vergüenza”, alcanzó a denunciar el joven indignado. Rápidamente, Jimena recuperó el micrófono y continuó con lo suyo.