El duelo de chicanas y descalificaciones entre Aníbal Fernández y Julián Domínguez, los dos precandidatos a gobernador de la provincia de Buenos Aires por el kirchnerismo, alcanzó ayer su nivel de más alta tensión.
Tras duras críticas del jefe de Gabinete a la propuesta planteada por el presidente de la Cámara de Diputados para crear un ministerio de lucha contra el narcotráfico, Domínguez lanzó un contragolpe feroz: “De todos los lugares me fui por la misma puerta que entré”, dijo, por medio de un comunicado de prensa, que lleva esa frase como título.
La frase lude sin dudas a la versión que indica que en 1994, cuando era intendente de Quilmes, Aníbal se escapó de la sede municipal en el baúl de un auto para eludir una orden de captura librada en su contra. El jefe de Gabinete siempre negó esa versión.
Aníbal Fernández había afirmado que “quieren hacerse cosas grandilocuentes y no se sabe ni siquiera cómo se administra la administración pública. Esto no lo hago para pelearme con nadie, sino para análisis de laboratorio de la cosa pública”.
Horas más tarde, Domínguez defendió su propuesta. “Voy a llevar adelante una política comprometida a fondo en la prevención de adicciones”, dijo, durante un encuentro con 1200 clubes de barrio.
Después vino el contragolpe. “Respeto a Aníbal como miembro del Gabinete, pero su agresión y descalificación es innecesaria”, sostuvo, y agregó: “Fui intendente de mi pueblo, ministro de Obras Públicas de la provincia, secretario de Asuntos Militares de la Nación, ministro de Agricultura de la Nación, y en cada lugar cumplí los objetivos y me fui por la misma puerta que entré”.