Impedido de obtener dólares en el mercado abierto internacional, el Gobierno argentino comenzó a diseñar alternativas de cara a octubre, cuando deba saldar u$s 5900 millones correspondientes al bono Boden 2015, en plena contienda electoral. Y los “dólares chinos” aparecen hoy como la opción más viable.
El convenio entre el Banco Central y el Banco Popular de China llega en la actualidad al equivalente a u$s 11.500 millones, de los cuales el BCRA sumó a sus reservas algo menos de u$s 7500 millones. El último dato oficial es del 31 de mayo y rondaba los u$s 7260 millones.
El Banco Central y Economía todavía pueden echar mano a algo más de u$s 3500 millones chinos y a un puñado de créditos con organismos multilaterales. También a los fondos que llegan desde el país asiático para financiar la construcción de las represas de Santa Cruz: en los próximos días se efectivizará un desembolso de u$s 150 millones.
En despachos oficiales comenzó a estudiarse la ampliación del swap cambiario con China, según cuenta el diario El Cronista Comercial. Sin embargo, el ministro de Economía, Axel Kicillof, desechó la posibilidad. “Nada que ver”, dijo, según voceros del Palacio de Hacienda.