Boca ganaba 1 a 0 y Carlos Tevez ya había reventado la pelota en el palo. El Xeneize buscaba y merecía ampliar la diferencia en el marcador ante Quilmes en un inicio frenético del segundo tiempo. Y lo logró con un golazo de esos difíciles de ver.
Jonathan Calleri, a los 7 minutos del complemento, utilizó el único recurso que le quedaba: la rabona. Con una técnica envidiable, sacó su tiro, elevó el balón por sobre el cuerpo del arquero y lo metió entre los tres palos para que el estadio entero explote de entusiasmo.
El que no se quedó atrás al momento de demostrar su admiración fue nada más y nada menos que Diego Maradona, quien en su palco vio la repetición del golazo por TV.