Este clima se hizo patente en el 50º Coloquio de IDEA. La desconfianza de los empresarios sobre el manejo de la crisis estuvo bien presente en los pasillos del hotel Sheraton de esta ciudad, adonde se realizó la convención. Los líderes de las compañías más grandes del país aseguran que llegó la hora “de desprenderse del personal” que hasta ahora estuvo suspendido pero que ante el sostenimiento de los niveles bajos de demanda a muchas compañías se les hace difícil seguir manteniéndolos.
Algunas empresas ya hicieron silenciosamente el ajuste. Un directivo de una importante firma de consumo masivo admitió que la compañía se desprendió del 10% de su plantel de 1.000 trabajadores a fin del año pasado.
El presidente del Banco Ciudad, Rogelio Frigerio, fue contundente. Según pudo rescatar de las charlas con diferentes empresas, hoy existe un 30% de mano de obra prescindente, que no termina de concretarse en despidos porque “existe una esperanza de que el futuro es promisorio”.
Las estrategias de las empresas son diversas. Algunas aguantan, otras hacen despidos por goteo, otras un ajuste más importante y otras se vuelcan a la informalidad con el consentimiento del trabajador, que prefiere esa situación a no perder el trabajo.
El presidente de FIAT, Cristiano Rattazzi, admitió que pese a la caída de 20% en la producción, el sector ya no tiene suspendidos, pero agregó que hacia adelante “dependerá de lo que ocurra con Brasil”, de quien la industria es muy dependiente.