Como parte de su voluntariado para White Shark Africa, una organización dedicada a la conservación de la especie, estaba buceando en las aguas de la Bahía Mossel, en Sudáfrica.
Su función era recolectar datos sobre la actividad de los tiburones, que luego serían procesados por los científicos de la ONG. Para estar cerca de ellos, pero no poner en riesgo su vida, bajó del barco y se sumergió en el mar dentro de una jaula.
A pesar de su gran expectativa, no es fácil que un animal de esas características se acerque demasiado a un barco repleto de personas. Pero por suerte para Amanda Brewer, uno se aproximó a centímetros de ella y logró capturar una de las imágenes más aterradoras jamás vistas de estos animales.