El Papa Francisco quiere controlar a los empleados del Vaticano

En una medida que pone en evidencia el estilo del Papa Francisco para dirigir la Santa Sede, desde el 1 de enero del año próximo, todos deberán marcar tarjeta –cartellino, en italiano- para entrar o salir del Vaticano, una medida que abarca a los monseñores y sólo exime a cardenales y arzobispos.

[pullquote position=”right”]En una medida sin precedentes, el Papa logró implementar la medida para combatir la “pereza” [/pullquote]Hasta el momento, los empleados de la Santa Sede nunca fueron controlados en lo que a horario de entrada y salida se refiere. Sin embargo, pareciera que Francisco detectó cierta pereza en los últimos tiempos que lo llevó a implementar la medida. El objetivo sería optimizar el trabajo del personal en la Curia y liberar a algunos clérigos de las tareas administrativas a las que se venían dedicando, para aumentar así su participacipon en la actividad pastoral.

Según parece no es la primera vez que se intenta este tipo de control de la jornada laboral en el Estado Vaticano, pero hasta ahora fue imposible implementar la medida por las constantes trabas de los afectados. En esta oportunidad, la voluntad del Sumo Pontífice se combinó con la colaboración de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), el ente encargado del pago de las remuneraciones.