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Salud

Cómo lavar un edredón de plumas

Todo lo que debés tener en cuenta para que no se estropee

Los edredones de plumas, plumones o nórdicos son ligeros a la vez que dan bastante calor, sin embargo, el problema está en su cuidado y limpieza. Con la llegada de los días de más temperatura, si decidiste que es tiempo de guardarlo pero previamente lo querés lavar, debés saber cómo hacerlo.

Si en vez de llevarlo a la lavandería querés hacerlo en el lavarropas de tu casa, hay que fijarse en dos aspectos importantes:

La etiqueta: ésta indica la composición y las instrucciones para su lavado. Es fundamental prestar atención a si está o no incluido el símbolo de lavado a máquina y la temperatura a la que debe realizarse, en el caso de que sea posible lavarlo en este aparato.

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El tamaño: algunos son tan grandes que no caben en el bombo de la máquina. Además, durante el lavado agarra mucha agua y aumenta su peso, por lo que hay que tener en cuenta la capacidad del lavarropas y los kilos de lavado para los que está fabricada.

Si no se respetan estos parámetros, puede pasar que no se lave bien porque ocupa todo el espacio del bombo y no puede moverse bien en su interior, o que por el peso el eje del artefacto se desvíe, lo que llevará a que el mismo se estropee.

Cómo lavar un edredón de plumas en el lavarropas

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– Poner pelotas de tenis: es conveniente meter en el electrodoméstico junto con el edredón de plumas tres o cuatro pelotas de tenis envueltas en medias de algodón. Las pelotas, durante el lavado, van golpeando al edredón, lo que facilita que las plumas se redistribuyan y no quede todo apelmazado.

– Elegir el programa de lavado: si no se indica nada en la etiqueta, la mejor opción es optar por un programa para prendas delicadas en agua fría. El jabón es recomendable que sea igualmente para ropa delicada o suave. Luego, dale al botón de inicio.

– Secado: hay dos opciones, que son ponerlo a secar o usar la secadora si se tiene en casa y no se indica lo contrario en la etiqueta.

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Sin secadora: poné a secarlo en horizontal, encima de un tender o de una mesa, y dale la vuelta cada poco tiempo para que las plumas no se concentren en unas zonas y se facilite su distribución en el interior.

Con secadora: para que no se estropee, elegí una temperatura en la secadora que sea baja. Además, conviene introducir varias pelotas de tenis envueltas en medias – ambos elementos tienen que estar secos-, para ayudar a la redistribución de las plumas.

Sea cual sea el método, es conveniente esperar bien a que se seque antes de recogerlo para guardarlo o para dormir con él. En el supuesto de que no se vaya a usar hasta la próxima temporada de otoño-invierno, es aconsejable guardarlo en bolsas de plástico específicas para edredones.

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Tiene que guardarse en un sitio muy seco para que no se estropeen las plumas ni le entre humedad, lo que va a evitar también que concentre malos olores y aparezca moho.

Fuente: Un cómo

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