Cómo acercarte y acariciar a un perro que no conocés

Acercarte a acariciar un perro que no conocés, puede ser un riesgo si no tenés en cuenta ciertas cuestiones. En primer lugar lo que intuitivamente es normal para los humanos resulta una amenaza para ellos: es decir, no debemos tocarles la cabeza.

La presentación

La manera ideal de acercarse es comenzar por inclinarte a la misma altura del animal para no intimidarlo. Ciertos caninos suelen ser efusivos y pueden lanzarse sobre nosotros, así sea como expresión de afecto. Ante esta posibilidad, lo ideal es mantenerte en cuclillas, tomando una postura en la que puedas equilibrarte o incorporarte.

De modo similar esto también aplica a una acción que por instinto solemos hacer, y es sobarle la cabeza. Pero esta maniobra humana resulta agresiva desde la perspectiva perruna, pues es sinónimo de sometimiento. Por ahora, nada de acariciar la zona superior de la cabeza.

Primer contacto

La forma más adecuada ponerte de costado para que no sienta que es una posición amenazante como estar de frente, no mirarlo fijo y permitir que olfatee tu mano, mejor todavía si lo hacés con los dedos recogidos hacia abajo para que no vaya a pescarte alguno en caso que decida morder. Estos animales tienen más confianza en su desarrollado olfato que en su visión.

El gesto a continuación es acariciarlo delicadamente en la zona debajo de su hocico (algo así como el mentón en los humanos). Si en este punto, retrocede o su conducta parece poco amigable, lo mejor es evitar consentirlo y alejarse lentamente.

Si se muestra amigable; podés acariciar sus costados o su cuello con mayor tranquilidad. De todos modos, evitá tocarle las zonas donde se siente desprotegido como las patas o la panza.

Fuente: Grandes medios