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Salud

Por qué no debemos comer de pie o apurados

Los efectos negativos en el organismo de estos hábitos

El ritmo acelerado y el estrés va en contra de lo que necesita el sistema digestivo para tener buena salud y poder digerir y asimilar correctamente los alimentos.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que tenemos que comer sentados y relajados, con suficiente tiempo para comer y con atención plena a lo que estamos ingiriendo.

La digestión la controla el sistema nervioso parasimpático cuando estamos comiendo relajados, pero cuando estamos estresados, de pie o haciendo otras cosas, el cuerpo activa el sistema nervioso simpático, que se prepara para luchar o huir y bloquea el proceso digestivo.

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Podemos decir que comer en “modo parasimpático” favorece la digestión porque estimula la salivación, prepara las glándulas digestivas para que secreten los jugos digestivos y regula los movimientos de los órganos y vísceras implicados en el proceso digestivo.

Se recomienda sentarse con la espalda a 90 grados para no oprimir los órganos relacionados con sistema digestivo y el respiratorio. Además, una buena masticación es imprescindible para digerir bien, . Si comemos haciendo cualquier otra cosa y con prisa, solemos tragar la comida sin prácticamente masticar.

Por otro lado, si comemos de pie o apurados, bloquearemos la digestión porque activaremos el sistema nervioso simpático. Esto puede comportar que después tengamos ciertas molestias digestivas, como por ejemplo:

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– Digestiones pesadas: si no masticamos, los alimentos llegarán sin triturar al estómago. Se tendrán que quedar allí mucho tiempo y tendremos que invertir mucha energía en ellos y, por ende, nos podemos sentir más cansados.

– Gases, eructos y dolor abdominal: si comemos demasiado deprisa, también tragamos aire.

– Alteración de la motilidad intestinal: ya sea estreñimiento, diarrea o alternancia, dependiendo de la persona. Puede llegar a desembocar en un síndrome de colon irritable.

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– Acidez: los nervios hacen que se segregue un exceso de jugos gástricos, que se puede complicar con patologías como la gastritis o úlcera.

Fuente: Soy como como

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