Beneficios de optar por usar las escaleras en vez del ascensor

Usar el ascensor es tentador y cómodo, pero cambiarlo por las escaleras es una buena manera de incluir unos minutos de actividad y brinda beneficios en la salud y el estado físico en general.

Algunos de los principales son:

Aumenta el gasto energético y ayuda a quemar calorías: subir escaleras, considerada una actividad física de intensidad vigorosa, quema más calorías por minuto que trotar a un ritmo lento. Según un estudio, se pueden llegar a quemar de cinco a once calorías por minuto.

Mejora la capacidad pulmonar: dedicar 30 minutos a la semana a subir o bajar escaleras aumenta la capacidad cardiorrespiratoria.

Mejora la salud cardíaca: permite que el corazón se acelere, lo que ayuda a protegernos contra la presión arterial alta y reduce el riesgo de enfermedad cardíaca. Debido a que se involucran más grupos musculares y tenemos que esforzarnos más que si estuviéramos en terreno plano, es un ejercicio cardiovascular eficaz y efectivo en el tiempo.

Fortalece los músculos: cuando subís escaleras, usás los músculos de las piernas, abdominales, espalda y brazos. Además, requiere el movimiento de articulaciones como las caderas y las rodillas, lo que ayuda a aumentar la flexibilidad y movilidad. Sirve para fortalecer los músculos y las articulaciones de las piernas.

Controla el azúcar en sangre: al subir y bajar, el músculo esquelético se mueve activamente y usa el azúcar como energía, de manera que los niveles en sangre pueden llegar a ser más estables. Este hábito también puede reducir los niveles de colesterol, lo que baja el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Qué es mejor, ¿subirlas o bajarlas? Ambas alternativas son buenas porque se trabajan músculos distintos. Cuando subís, activás glúteos y cuádriceps; cuando bajás, usás sobre todo los cuádriceps cuya función es controlar la gravedad del cuerpo.

Se estima que se gasta un promedio de 0,1 calorías por cada escalón que subís (al menos una caloría por cada diez escalones) y 0,05 calorías por cada escalón descendido (una caloría por cada 20 escalones).

Fuente: Consumo claro