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Salud

Por qué aparecen y cómo tratar los granos en la espalda

En qué se diferencian de los del rostro

El acné en la espalda ocurre cuando la grasa, suciedad, células muertas de la piel y bacterias obstruyen los poros. Las causas son variadas, desde dejarse el pelo suelto con productos que engrasan al tocar la zona y que pueden hacer que aumente la oleosidad de la zona hasta llevar ropa ajustada o de materiales sintéticos que hacen que la piel no respire y no se oxigene adecuadamente. En la ducha, recibe por más tiempo el chorro de agua caliente, otro factor que contribuye a la alteración del manto hidrolipídico.

Otros factores son la obstrucción del folículo piloso, el aumento de la producción de sebo por cambios hormonales, una bacteria llamada Propionibacterium Acnes o la inflamación del folículo por el acúmulo de queratina y sebo en su interior.

En el gimnasio extremá la higiene propia y la de tu ropa para evitar el “acné del deportista”, que aparece en quienes transpiran mucho; sudor está en constante fricción con las prendas y se combina con el sebo que segrega el cuerpo, la suciedad, el uso de protectores solares y células muertas.

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El acné corporal se irrita con más frecuencia que el facial. Es moderado cuando apenas surgen unas manchas, puntos blancos y negros, granos. Y es grave cuando hay muchos puntos negros, blancos y quistes, granitos colorados, con pus, nódulos y quistes por debajo de la piel.

Lavá la espalda diariamente con un jabón adecuado para reducir el exceso de secreción sebácea. Los cosméticos que apliques deben ser sólo los recomendados por el dermatólogo y libres de aceite. Si hay mucho vello se aconseja la depilación láser, pues la cera puede agravar la irritación e inflamación en caso de acné.

El dermatólogo te dirá el tratamiento adecuado, ya sean tópicos u orales. Es recomendable usar productos destinados para el cuerpo, ya que la espalda tolera concentraciones más altas de activos. También las limpiezas o tratamientos como microdermoabrasión o “peelings” en centros especializados que aceleran la respuesta al tratamiento del acné y reducen las cicatrices residuales.

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En los casos de acné ligero, limpiar suavemente la piel, secar muy bien sin frotar antes de vestirse y aplicar una pomada o loción específica, normalmente con ácido salicílico o peróxido de benzoilo. Cuando el problema es más severo se recomienda una suave exfoliación para eliminar las células muertas y la grasa, que reducirá las probabilidades de que los poros se tapen y aplicar medicamentos de aplicación tópica.

En casos graves puede recetarse algún antibiótico, oral o de uso tópico, o productos derivados de la vitamina A, retinoides, para inducir a la exfoliación superficial y ayudar a la eliminación del crecimiento de bacterias. También la isotretinoína, medicamento oral que reduce el tamaño de las glándulas sebáceas para que produzcan menor cantidad de grasa y disminuya el crecimiento de bacterias.

Fuente: Cosmopolitan

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